La iluminación es un factor muy importante en nuestras vidas y salud, aunque no seamos conscientes de ello. La iluminación que utilizamos en nuestros hogares, trabajos, comercios y las luces para iluminar las calles, son uno de las grandes fuentes de luz artificial, junto con las pantallas (ordenadores, teléfonos, televisores). Conocer los distintos tipos de luminarias existentes y cómo pueden llegar a afectar a tu salud es imprescindible para buscar alternativas que puedan ayudar a tu equilibrio general.

ILUMINACIÓN INTERIOR

La iluminación interior es de dos tipos, bombillas fluorescentes o LEDs.

1. Iluminación fluorescente:

Las bombillas fluorescentes están desapareciendo poco a poco, pero todavía se pueden encontrar en algunas oficinas y espacios públicos. Estas luces pasan una corriente eléctrica a través de vapor de mercurio, emitiendo luz ultravioleta (UV). Una capa de fósforo dentro de la bombilla absorbe la luz ultravioleta, lo que hace que emita luz visible. La cantidad de luz azul producida por las bombillas fluorescentes depende del tipo específico de bombilla fluorescente utilizada y de su temperatura de color.

2. Iluminación LED:

Los LED (diodos emisores de luz) han ganado popularidad recientemente debido a su eficiencia energética, larga vida útil y versatilidad. Los LED funcionan mediante semiconductores que emiten luz cuando la electricidad pasa a través de ellos. Estos semiconductores están hechos de materiales como el nitruro de galio o el nitruro de galio indio, que emiten luz azul o casi ultravioleta.

Para crear luz blanca, los LED utilizan una combinación de luz azul y fósforos que convierten parte de la luz azul en otros colores. Sin embargo, a pesar de esta conversión, los LED siguen emitiendo una cantidad considerable de luz azul.

La cantidad de luz azul emitida por LED y fluorescentes puede variar según la temperatura del color y el diseño del producto específico. En general, los LED emiten más luz azul que la mayoría de las bombillas fluorescentes. Sin embargo, hay buenas noticias: utilizando los avances tecnológicos a favor de la salud, recientemente, proveedores como BlockBlueLight han desarrollado bombillas LED con bajos niveles de luz azul. Estos LED modernos tienen larga vida útil y las características de ahorro de energía de los LED normales, y producen un espectro de luz equilibrado, similar al sol, ayudando así al óptimo funcionamiento de nuestro organismo.

LUCES DE LA CALLE

Las luces de alumbrado público son vitales para garantizar nuestra seguridad y visibilidad durante la noche, cuando ya se ha puesto el sol. Sin embargo, el gobierno diseña ciudades para la eficiencia y no para la salud humana, por lo que no sorprende que las luces LED hayan tomado el control. En un mundo ideal, las comunidades optarían por farolas con temperaturas de color cálidas para reducir la contaminación lumínica y minimizar los posibles efectos adversos de la luz azul en la salud humana y en la vida silvestre.

Hay dos tipos de alumbrado público:

1. Farolas HID

Las farolas tradicionales utilizan bombillas de descarga de alta intensidad (HID), como lámparas de vapor de mercurio o de halogenuros metálicos. Las farolas HID emiten una cantidad significativa de luz azul pero también producen luz en otras partes del espectro. Sin embargo, la tendencia ahora está cambiando hacia las farolas LED con luz azul intensa.

2. Farolas LED

Las farolas LED utilizan menos energía y tienen una vida útil más larga. Pero producen más luz azul que las tradicionales farolas de descarga de alta intensidad (HID). Las lámparas LED tienen temperaturas de color más frías, por lo que emiten más luz azul.

La temperatura de color de una fuente de luz se mide en Kelvin (K). Los valores más altos se asocian con una luz más fría y azul, mientras que los valores más bajos representan una luz más cálida y amarilla. Una típica farola LED de color blanco cálido puede tener una temperatura de 3000 K, lo que proporciona una luz más amarillenta, mientras que una farola LED de color blanco frío puede tener una temperatura de color de aprox. 4000 K o más, emitiendo una luz más azul, afectando ésta a nuestro funcionamiento biológico y fisiológico de nuestro organismo.

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